Hace un tiempo me reencontré con una chica que era mi mejor amiga. Digo chica porque no sé si somos amigas, conocidas, o nadie para la otra. Dejamos de ser amigas porque tuvimos diferencias respecto a una situación y dejamos de sentir que correspondía seguir siendo mejores amigas. Lo intentamos, nos volvimos a juntar, hicimos cosas que solíamos hacer juntas, pero nada era igual.
Me acuerdo que cuando éramos chicas hubo un año que no nos vimos y cuando nos reencontramos éramos dos chicas diferentes. Ella parecía más grande, más madura. Escuchaba Lana Del Rey y le gustaba mirar fotos de Justin Bieber online, mientras que mi habitación tenia stickers de las princesas pegados en las paredes. Sentí que no era la que yo conocía. En el momento no lo supe, pero más adelante fui entendiendo que ella tuvo que crecer para cuidarse, para hacerse valer. Le tocó pasar cosas que la hicieron crecer y yo no estaba al lado de ella para acompañarla. Se me sigue rompiendo el corazón cuando lo recuerdo. Me hubiese gustado estar con ella todas esas veces que me necesitó y yo no estaba ni cerca. Mientras yo estaba en mi mundo metida ella estaba armando el suyo, sin mi ayuda, porque yo no estaba para ella.
El día que nos volvimos a ver después de mucho tiempo estábamos con más personas que también eran nuestras amigas, la pasamos bien, muy bien. Me reí mucho y ella me hacía reír como siempre, fue como si en alguna parte de mi supiera que en el fondo seguimos siendo las nenas que eran mejores amigas. Me dio risa que me sigue conociendo y seguimos teniendo la misma confianza de siempre. Estaba por darle unas empanadas a una desconocida con la mano y me agarró de la mano y me dijo “Mia no la conoces no le des la comida con la mano” y nos empezamos a descostillar. La extrañaba. Extrañaba que me corrija y que me baje a la tierra.
Nunca va a desaparecer el amor infinito que le tengo. Después de tantos años sigue siendo la misma chica que amé de chica y va a ser la misma chica que voy a amar hasta que muera. Me gusta saber que en algún lugar adentro nuestro están las nenas que fuimos formando parte de las mujeres que somos hoy. Me gusta saber que nunca va a dejar de ser parte de mi.
Si estas leyendo esto, y sabes quién sos, sabé que nunca dejaste de tener un espacio en mi corazón. Y no creo que nunca lo dejes de tener. Sos mi eterna mejor amiga, por eso y muchas cosas más, nunca te voy a dejar de querer.