Me cuesta escribir sobre estar bien. Cuando estoy bien disfruto el momento, me pierdo en él entonces no me dan ganas de escribir a respecto porque lo tengo todo impregnado en mí. Cuando estoy feliz me siento otra persona, no sé bien cómo explicarlo pero es como que hay una segunda yo que sale a la luz en esos momentos.
No sé expresar la felicidad. No sé explicarla, si me piden poner en palabras lo que siento que es la felicidad para mi les estoy diciendo la verdad cuando digo que no sé. Es como que sé lo que es sentirme feliz, o al menos eso creo, pero no sé explicarlo.
Hay una parte de mi mente que se activa y desactiva cuando soy feliz. Cuando estoy triste esa parte no se activa y francamente, las cosas buenas que me dan felicidad no son de consuelo. Es como que son dos mundos separados esos dos sentimientos y todos los adyacentes a ellos. Traté de expresarme en “emociones oscuras” y “emociones claras” o en “emociones pesadas” y “emociones livianas” pero la verdad es que no sé cómo denominarlas. Todo es un no sé en mi mundo emocional porque lo que creo saber puede llegar a no ser también.
Tratar de racionalizar mis emociones y separarlas en grupos es parte del problema creo yo. Es como que no sé poner límites cuando estoy feliz sino que los pongo cuando estoy triste o enojada, y después cuando estoy feliz me cuesta mantenerlos. Y cuando estoy feliz hago cosas y me pongo objetivos que después cuando estoy mal no los veo ni posibles. Hay dos mundo adentro mío lo cual me generó y me genera problemas muy grandes a la hora de tratar de expresarle a las personas a mi alrededor cómo me siento.
Me gusta estar feliz, siento que algo en mí es distinto pero lindo. Siento que soy alguien que yo misma diría que es una persona hermosa y que tiene algo que me llama. Me gusto cuando estoy feliz, soy más linda, me quiero más a mí misma. Me gusta como responde la gente de mi alrededor a mi yo feliz.
También me gusta estar triste. Digo feliz y triste porque son las dos emociones más genéricas que se me ocurren pero podría decir también emocionada, energética, inspirada, enojada, angustiada, cansada, melancólica, gris. Como decía, me gusta estar triste, me gusta sentir que me apago. Me drena la energía pero a su vez siento que es una posibilidad para volverme a prender de una manera más fuerte. Me inspira mucho estar “mal”, escribo mucho y me enamoro de lo que escribo a pesar de que a veces me parezca demasiado. Estar mal lo llamo mi lado humano, y mostrarlo lo llamo arte.
Soy tantas cosas que decir “feliz” y “triste” me parece un poco acotado pero yo me entiendo cuando digo esto, y eso es lo importante. Es lindo tener muchas emociones, lo que no es lindo es el tratar de racionalizarlas para poder frenarlas en vez de dejarme sentir hasta que se pasen solas. Me gusta que mis días malos hagan que los buenos sean aún mejores de lo que realmente son, y también que los buenos hagan que los malos sean días que me vacío y vuelvo a empezar.