El otro día me crucé a un amigo que me conoce hace muchos años y me preguntó por mi muchacho. Conociéndome su siguiente pregunta fue “y? Ya se te fue el enamoramiento?” A lo que yo, por primera vez en la vida, contesté sin pensar “no, no estoy enamorada de una manera que se pueda ir el enamoramiento”. Estaba distraída entonces respondí lo más honesto que salió de mi. Ahí fue cuando me di cuenta cuales son mis sentimientos reales en este momento.
Me gusta sentirme así. Sentir que no hay nada que pueda salir de mi, nada de quien soy, que pueda espantar a la persona que tengo al lado. Alguien que me conoce, que sabe que si muevo de cierta manera lo ojos es porque algún ruido me molesta. Que conoce mis muecas cuando estoy tratando de no llorar. Alguien que mirándome sabe qué me pasa. Nunca creí que existía esto. Sé bien que a los 22 años es bastante temprano en la vida para encontrar el “amor de mi vida” pero realmente creo que es él. No porque sienta que es lo más lindo que vi en mi vida, ni porque nada que el haga puede darme vergüenza ajena. Le cambiaría muchas cosas pero esas cosas que cambiaria son parte de quien me enamoré, de quien estoy enamorada.
Me siento segura pero siempre hay algo nuevo para descubrir entre nosotros. Siento que lo conozco como nadie y que el me conoce como nadie en el mundo pero a su vez siento que somos dos desconocidos y por eso nunca me aburro. Siento seguridad con verlo. Siento que me ama aunque este sentado en una silla al lado mio.