Cursé una materia llamada “portfolio”: la materia consistía en armar el portfolio (vallase la redundancia) con el que te presentarías no solo en un ambiente laboral sino también en la vida. Por suerte me tocó cursar con una profesora bastante copada, lo cual hizo que la materia no solo me sirva para la vida laboral sino que influyó a un nivel personal.
Mi portfolio consistía en seis tomos que eran algo como tiras que de un lado tenían mis trabajos que quería mostrar con una breve descripción y del otro tenían la explicación de mis pensamientos detrás de cada uno, incluyendo mi letra escrita a mano digitalizada explicando cada cosa. Quería mostrar que no hay nada que yo haga que no tenga un trasfondo pensado un millón de veces. Quería mostrar mi transparencia y mi persona, mi letra desprolija cuando tomo nota o cuando escribo algo que se me ocurrió. No quería que se despegue mi lado humano y sensible del lado serio y estructurado. Básicamente quería mostrarme a mi misma pero en otro formato. Lo entregué en una caja de acrílico transparente con un sticker con mi original firma artística: podes ver lo que tengo adentro desde afuera, sin ninguna obstrucción.
Desde que lo hice que quiero mostrarlo al mundo. No está bien hecho por completo, tiene muchos errores y cosas que haría diferentes pero me gustó que hasta en un trabajo de la facultad sobre mí, me mostré por completo. La profesora me dijo que estaba mostrando a la perfección la esencia de mi persona. Me encantó que me dijera eso.
Este portfolio fue lo que le dio comienzo al libro que estoy armando, es de donde saqué mis ideas de que mi letra escrita a mano atraviese todo lo que hago. Es por la razón que tengo una firma creativa definida. Es realmente el punto de partida para mostrar mis trabajos. Acá nació mucho de lo que hoy es mi proyecto creativo de arte y escritura. Me gusta que a pesar de ser un ser cambiante, hay algo de consistencia detrás de todo lo que hago. Mi firma artística evolucionó, mis trabajos ahora son más (y mejores en mi opinión) que los que eran en aquel momento pero hay algo que sigue siendo igual: mi letra, mi manera de expresarme y mi transparencia. Algún día voy a rearmar mi portfolio, haciendo todas las correcciones que me gustaría pero manteniendo la esencia y el formato.
Esta fue la materia que más me hizo crecer de la facultad. Acá es donde empezó todo.